jueves, 29 de marzo de 2012

Querido John

Hay tantas cosas que deseo decirte que no estoy segura de por donde empezar. ¿Debería comenzar por decirte que te quiero? ¿O que los días que pasado contigo han sido los más felices de mi vida? ¿O que en el poco tiempo que hace que te conozco he llegado a creer que estábamos destinados a encontrarnos? Podría decir todas esas cosas y todas serían verdad, pero mientras las vuelvo a leer, lo único que pienso es que me encantaría poder estar a tu lado ahora, acariciándote la mano y disfrutando con la imagen de tu sonrisa elusiva.
En el futuro, sé que reviviré nuestros días juntos un millón de veces. Escucharé tu sonrisa, veré tu cara y sentiré tus brazos alrededor de mi cintura. Echaré de menos todo eso, más de lo que puedas llegar a imaginarte. Eres un caballero de los que ya casi no queda, John, y valoro muchísimo esa cualidad en tí. En todas las ocasiones que hemos estado juntos, nunca has insistido para que me acostara contigo, y, de verdad, no puedo expresarte lo mucho que eso significa para mí. Hace que todo lo que hemos compartido sea incluso más especial, y así es como quiero recordar los días que he pasado contigo. Como la luz blanca y pura que al contemplarla nos quita el aliento.
Pensaré en tí todos los días. En parte tengo miedo de que llegue un momento en que tú no sientas lo mismo, de que te olvides de lo que hemos pasado jutnos, asi que te propongo un juego: estés dónde estés, y sin importar lo que pase en tu vida, la primera noche de luna llena de cada mes igual que la que brillaba en el firmamento el primer día que nos conocimos quiero que la busques en el cielo nocturno. Quiero que pienses en mi y en la semana que hemos compartido, porque esté donde esté, y sin importar lo que pase en mi vida, esa será exactamente lo que yo estaré haciendo. Si no podemos estar juntos, al menos podemos compartir ese momento, y quizás entre los dos consigamos hacer que este sentimiento perdure para siempre.
Te quiero John Tyree, y espero que cumplas la promesa que un día me hicistes. Si regresas me casaré contigo. Si rompes tu promesa, me romperás el corazón.


Querido John

miércoles, 28 de marzo de 2012

La niña que llamaste puta en clase, es virgen. Al niño que le llamaste ridículo, tiene que trabajar todos los dias para mantener a su familia. A esa niña a la cual empujaste en las escaleras, la golpean en casa. A esa niña que llamaste gorda, dejó de comer y se muere de hambre. A ese viejo hombre del cual te reíste por tener cicatrices espantosas, peleó en la guerra por tu país. A ese niño del cual te reíste porque lloraba, su madre se esta muriendo. Tu crees que los conoces. Pero adivina que? No es asi.

martes, 27 de marzo de 2012

¿Tu que Quieres?

- ¿Te quedarás conmigo?
* ¿Quedarme contigo? ¿Para qué? ¿Para estar todo el tiempo discutiendo?
- Eso es lo que hacemos, discutir. Tú me dices cuando soy un maldito arrogante y yo te digo cuando das mucho la tabarra, y lo haces el 99% del tiempo. Sé que no puedo herir tus sentimientos porque tienen un promedio de 2 segundos de rebote y otra vez vuelves a la carga.
*¿Entonces qué?
- Pues que no será fácil, va a ser muy duro. Tendremos que esforzarnos todos los días y quiero hacerlo porque te deseo. Quiero tenerte para siempre, Tú y Yo todos los días. ¿Harías algo por mí?.. Por favor imagina tu vida dentro de 30 o 40 años, ¿cómo la ves? Si es junto a ese hombre, vete. Te largaste una vez y lo soportaré otra si creyera que es lo que quieres, pero jamás tomes la vía fácil.
* ¿A qué vía te refieres? No hay ninguna fácil, haga lo que haga alguien acabará sufriendo.
- ¿Podrías dejar de pensar en lo que quieren los demás? Incluso olvida lo que yo quiero y lo que él quiere o lo que tus padres quieren,¿tú qué quieres?
* No es tan sencillo.

The Notebook

¿Qué era lo que sentía?

Aparcó la moto enfrente del edificio y cuando se acercaba a la puerta la vio. Llevaba unos téjanos desteñidos y un jersey rojo que le hacía juego con sus mejillas sonrosadas. Un estremecimiento atronador le bajó por el cuello y se instaló en su vientre. El revoloteo frenético de cientos de mariposas en el estómago lo obligó a detenerse. ¿Qué era lo que sentía?
-El penúltimo Sueño